María Emilia Molina de la Puente

Magistrada de Circuito del Poder Judicial de la Federación

“Es evidente que muchos de los estándares establecidos de derechos humanos y de exigencia del respeto a los mismos se deben a la participación activa, desde distintas trincheras, de las abogadas.”

Maestra en Derechos Humanos y Democracia por la FLACSO y Maestra en Derecho Corporativo por la UdeG. Se ha desempeñado como Juez de Distrito adscrita al Juzgado Primero de Distrito en Materia Administrativa, Civil y de Trabajo en el estado de Jalisco y al Juzgado Octavo de Distrito del Centro Auxiliar de la Quinta Región con residencia en Mazatlán y jurisdicción ordinaria en el Archipiélago de las Islas Marías. Actualmente es Directora Regional de Igualdad de Género del Primer Circuito de la JUFED.

Existen condiciones que impiden obtener un balance entre la vida personal y la vida profesional de las abogadas, los roles de género (como cuidadoras, encargadas del hogar, madres, esposas, etc.), que todavía impiden el desarrollo profesional en condiciones de igualdad. Aspirar a puestos de liderazgo sigue siendo un sueño inalcanzable para muchas. Parece que es necesario escoger entre ser exitosa profesionalmente y tener una familia. No solo existe un techo de cristal, el piso es pegajoso. Las abogadas en México debemos seguir luchando y creando condiciones adecuadas para que la visión, participación y voz de las mujeres se posicione, cuando menos, en el mismo porcentaje y condiciones que el de los hombres. Como Juez de Distrito en Islas Marías tuve la oportunidad de vivir de cerca el impacto que una mujer abogada tiene en la sociedad. La cercanía con los distintos integrantes y la visión desde otra perspectiva permite la generación de confianza en la justicia.