Ana Gabriela Urbina Roca
Magistrada de Circuito del Consejo de la Judicatura Federal
“El humanismo jurídico define al ser humano como el centro de nuestra atención, el capital humano es el elemento esencial que nos permite la excelencia en todos los aspectos.”
Licenciada en Derecho por la Universidad La Salle, Maestra y Doctora en Derecho por la EPED, Maestra en Justicia Adversarial y Especialidad en Adolescentes por la EFFJD. Se ha desempeñado como Magistrada del Tribunal Colegiado de Apelación en el vigésimo séptimo circuito con residencia en Campeche, Jueza de Distrito del Sistema Penal Acusatorio en la Ciudad de México y Subdirectora de Archivos Judiciales Foráneos en la SCJN.
Liderazgos que me inspiran
Uno de los liderazgos más destacados es la Ministra en retiro Margarita Beatriz Luna Ramos, por su inclusión de la perspectiva de género en el Poder Judicial de la Federación. También incluyo a la Ministra Norma Lucía Piña Hernández, quien tras su destacada labor jurisdiccional por primera ocasión una mujer encabeza la Presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, asumiendo asimismo la Dirección Regional para América Latina de la asociación internacional.
Barreras de género que he roto
Como juzgadora de control en el Centro de Justicia Penal Federal, en Hidalgo, tuve la oportunidad de aplicar la visión de juzgar con perspectiva de género, respecto de una imputada vinculada con delitos de hidrocarburo. Las partes, incluida la ofendida, tomaron en consideración que era mujer y madre de familia, lo que le permitió acceder a un acuerdo reparatorio.
En la ahora Fiscalía General de la República sufrí acoso en la Contraloría Interna por ser mujer, lo que afectaba mi trayectoria como un techo de cristal y me impedía avanzar en la carrera jurídica. Por ello agradezco el apoyo de cada una de las grandes juristas que aportan a la equidad de género, así como a la paridad para vencer esas barreras indirectas hacia la mujer.
Retos de las abogadas en la actualidad
El mundo actual es sumamente competitivo, sobre todo en el área jurídica. Las abogadas enfrentan un camino hacia la consolidación de su profesionalismo, veo un alto grado de preparación académica, pero también verifico que algunas no toman en cuenta su desarrollo personal y familiar, cuando debemos ser un crisol en el que se complementen todos los aspectos para alcanzar no sólo el éxito, sino también la felicidad.
Libro que me ha marcado
La aplicación judicial de los derechos fundamentales. Escritos sobre derechos y teoría constitucional, del juez israelí Aharon Barak, que nos imbuye en los márgenes jurídicos de la racionalidad, proporcionalidad, teniendo como punto de partida a la dignidad. También Maquiavelo para Mujeres, de Harriet Rubin, donde plantea el empoderamiento de la mujer ante la situación actual, sin demeritar la nueva masculinidad que permite fragmentar los techos de cristal. Hace patente la forma en que debemos afrontar cada uno de los retos diarios con la finalidad de triunfar.