
Rosa Rascón Castillo
Consultor Senior de LegalTech para Latinoamérica Hispanohablante en Thomson Reuters
“Soy una mujer apasionada, persistente y comprometida con la construcción de la realidad en la que creo. Soy soñadora y una firme creyente de que es posible cambiar el mundo si tejemos redes y colaboramos por un objetivo común.”
Licenciada en Derecho por el Tecnológico de Monterrey, Maestra en Derecho de Tecnologías de Información por el Infotec y Maestra en Social Innovation and Entrepreneurship por The London School of Economics. Ha destacado por su labor en temas de empoderamiento económico de la mujer obteniendo premios nacionales e internacionales. Ha sido portavoz de la transformación en la práctica del derecho, propugnando por un lenguaje más claro en la abogacía que acerque el derecho a la ciudadanía.
Liderazgos que me inspiran
Alguien que me marcó recientemente es Minouche Shafik de quien destaco su resiliencia y su pasión por defender las causas en las que cree. También es relevante su gestión como Directora del LSE durante la pandemia, la de un líder humano que supo transmitirnos certidumbre a los alumnos y profesores. Entendí que cuando las prioridades son claras, las decisiones se toman con mayor facilidad, pues ella no titubeó en priorizar nuestra seguridad y gestionar los mecanismos necesarios para adaptarnos pronto a la nueva realidad.
Barreras de género que he roto
No es coincidencia que muchas mujeres tengamos historias parecidas. La repetición de anécdotas deja en evidencia que las barreras de género son una triste constante. Por ello, más que compartir cómo he trascendido a pesar de las barreras de género, aprovecho el espacio para que reconozcamos que si bien la capacitación individual es importante, resulta urgente cambiar el sistema, pues éste genera las barreras estructurales que no permiten un piso parejo para dar a todos la oportunidad de trascender con su esfuerzo.
Retos de las abogadas en la actualidad
Ser mujer y abogada representa un doble reto en un país donde las mujeres no tenemos garantizado lo básico: el derecho a la vida. Donde en promedio se asesinan diez mujeres al día y la desigualdad en el acceso a oportunidades sigue siendo una realidad persistente. En un contexto donde el Estado de Derecho se ve constantemente amenazado, las abogadas que salen en su defensa, las activistas y las defensoras de derechos humanos corren un gran riesgo todos los días.
Libro que me ha marcado
La catedral del mar, de Ildefonso Falcones, a pesar de tener lugar en el siglo XIV, la escena del ahorcamiento de Bernat y el posterior reclamo: “él solo tenía hambre”, me hace pensar sobre las posibilidades de acceso a la justicia y su relación con el nivel económico. Huaco retrato, de Gabriela Wiener, me hizo reflexionar sobre el racismo interiorizado y el papel que juega la mirada colonial sobre cómo juzgamos el mundo que nos rodea y el impacto que tiene en nuestra sociedad. La fiesta del Chivo, de Vargas Llosa, uno de los libros que más emociones incómodas me ha despertado, un clásico con escenas fuertes que me hace reflexionar sobre el peligro del poder absoluto del que gozaba el generalísimo y sus allegados.